Se presenta como médica y madre y aduce que tiene artrosis en el dedo. Sólo falta que su especialidad sea la cirugía estética.
Pero tendría que decir ‘en el dedo y en la deda’, puesto que los de su cuerda insisten en el lenguaje inclusivo, en contra de la opinión, de la lógica y del buen gusto.
Lo de la artrosis lo tuvo que decir a raíz de cierto gesto suyo que le fue criticado. Alegó que no había tenido la intención que se le atribuye, sino que el dedo se le había quedado así. Fue casualidad de que al mismo tiempo su mirada fuese de odio. Y también fue producto del azar que su ideología sea la comunista, que fomenta el odio y el deseo de matar.
Todas esas casualidades se dieron y hay que usar la benevolencia para juzgar ese momento, porque afirma que esa no fue su intención. Tampoco tiene nada que ver que ella tenga una posición acomodada y desee la ruina de los demás, como se desprende de sus propuestas políticas, que han generado la ruina en todos los lugares en donde se han podido implantar.
En fin, desde que los comunistas son cargos públicos y cargas públicas, todo va a peor, aunque lo bendiga ese Felipe González, al que muchos ya van considerando lo que siempre fue: un esperpento humano. Se habla mucho de la cobardía de Rajoy, pero no de la de éste, tan evidente por otra parte. Aznar es un engreído capaz de poner las patas en según que sitio, pero eso, concretamente, fue bueno para los españoles, nos procuró cierta prosperidad. Otras cosas suyas nos hicieron mucho daño y él todavía no se ha dado cuenta. El Felón, un ejemplar de la cuadra de Felipe González, es peor que una plaga bíblica, trae la ruina para todos, y de Zapatero, del mismo origen que el anterior, sólo diré que le llaman el minero.
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