Se publica en abierto, porque según explican sus editores no tienen fines de lucro, sino propagandísticos, lo cual está muy bien, sobre todo si lo anuncian ellos mismos. Mientras lo que digan se ajuste a la verdad, no hay nada que objetar, y esto, lógicamente, valdría para cualquiera que hiciera lo mismo, siempre que la propaganda se hiciera sobre algo legal. Los problemas surgen cuando en lugar de decir la verdad se manipula, lo cual es muy frecuente hoy en día. Aquí manipula hasta el Tato. Para buena parte de nuestra sociedad de hoy, la verdad y la mentira tienen el mismo valor y eso no es cierto. La mentira, antes o después, acaba disolviéndose y la verdad siempre está viva, aunque no se la vea o no se la quiera ver.
Pero, volvamos a El Debate. Dicen que tienen ventaja sobre los medios, porque al contrario que ellos, son del Estado o están subvencionados, cosa que sabemos todos, pero está muy bien que lo digan, para poner de relieve una vez más esa aberración. Porque la subvenciones a los medios deberían estar prohibidas por ley, con penas severas por su incumplimiento. Todos lo sabemos, pero nadie pone el grito en el cielo. Es un escándalo que los medios estén subvencionados y los que son del Estado no sean neutros, sino que estén al servicio del gobierno de turno. Esto es denigrante, una tomadura de pelo a los ciudadanos, con cuyos impuestos se paga todo, y ese dinero se usa para engañarlos y pervertirlos. Y esto último no lo digo como una exageración o una broma, sino como una realidad palpable. Los nacionalistas pervierten a los ciudadanos al lavarles el cerebro y apartarlos de la senda democrática. Pero no sólo los nacionalistas, sino también todos los que manipulan.
Bien, tenemos un nuevo medio, del que cabe esperar que se ajuste a la verdad, que denuncia que los demás están subvencionados, pero cuyos integrantes trabajaron en esos medios subvencionados sin que se les notara ninguna incomodidad. Pero hay que darles un voto de confianza.
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