Teresa Giménez Barbat lo dice en su último libro
https://www.periodistadigital.com/cultura/libros/20210510/mil-dias-bruselas-teresa-gimenez-barbat-noticia-689404469293/. De cerca es muy más guapo. El mismo se ha referido a esta circunstancia alguna vez en sus declaraciones. No quiere triunfar por su belleza, sino por sus méritos. A este respecto, sospecho desde hace tiempo que debe de haberle encargado a Irene Lozano que le escriba unas meditaciones como las de Marco Aurelio.
Pero, como todo narcisista, no quiere que nadie le haga sombra en ningún aspecto y por ello nombró a una vicepresidenta que es Nadie. Se llama, realmente, Nadia, pero está ahí para lo que le manden y para aguantar todo lo que haga falta. Ahora se ha plantado porque le han dicho que lo haga, porque no hay más remedio, puesto que los de la UE no se dejan engañar como sus votantes. Ella sabe que esta vez saldrá victoriosa, auque se monte algún paripé en su contra, porque en caso contrario todos saldrán perdiendo.
También nombró a otro vicepresidente, uno que llevaba coleta, que no podía, de ningún modo, hacerle la competencia en el campo de la belleza, ni en ningún otro, salvo en las técnicas bolcheviques. Este de la coleta daba asco, hasta en las fotos olía mal, era la peste. Al lado de ese brillaba. Le sabrá mal que ya no esté. En su lugar ha colocado a una señora que tiene una nariz que es como el pico de un loro. O sea, que tampoco le puede hacer sombra en cuanto a belleza. Además, parece muy peligrosa, porque habla como si diera picotazos, y ciertamente nuestro bellísimo presidente lleva mucho cuidado no vaya a ser que alguno de algunos picotazos le alcance y lo desgracie para siempre.
Se advierte claramente que si tuviera a Ayuso en sus filas, le tendría infinitamente más envidia que la que le tiene Casado. Ni la habría hecho ministra, ni le permitiría figurar en ninguna parte. Se volvería más loco si la tuviera cerca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario