Zapatero: «Hacer socialismo es reconocer derechos. La libertad es una palabra vacía si no hay leyes con derechos y esas leyes las hemos hecho los socialistas, las hacen los socialistas y las harán los socialistas».
Como todo el mundo debe de saber ya, lo que antecede también lo diría Zapatero en Venezuela, con toda su cara dura, que es infinita, según se va viendo, y siendo tan claros ya sus vínculos con Maduro. Algunos le vaticinan desde hace tiempo una larga estancia en las cárceles de Estados Unidos, esas que intenta evitar el Pollo Carvajal.
El vacío está en el cráneo de este mayordomo del dictador caribeño, y si no está vacío ese espacio estará ocupado por alguna porquería. La libertad no es una palabra vacía, el ser humano es libre por naturaleza, y esa libertad la puede perder por decisión propia, por miedo a ejercerla, o porque se la arrebate alguien, por la fuerza o mediante engaños.
El socialismo no ha inventado la libertad, ni puede haberlo hecho, ni puede decirse que haya hecho nada por conseguirla o implantarla.
El sistema que se basa en la libertad de los individuos es la democracia y ésta se sustenta necesariamente en la justicia. Es decir, es necesario para que haya democracia, que los jueces sean independientes del poder político y los socialistas españoles siempre han hecho lo posible y lo siguen haciendo para controlar a los jueces. Con lo cual queda claro que ni la libertad ni la democracia les interesan mucho. Más bien nada.
Hay otro dato que confirma esto y es que el PSOE funciona como una religión, con sus dogmas, su catecismo y su afán doctrinador, que es lo peor que puede hacer un partido político.
Añadiré por último un desahogo que me quiero permitir. Son muchos los que insisten en considerar a Felipe González como una persona solvente política e intelectualmente, como un hombre de Estado, para concretar más. Pues aprovecho para reírme de todos ellos. A lo mejor no lo entienden, pero me da igual.
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