miércoles, 4 de mayo de 2022

Bien Ben Saphiro, mal Biden

 

Se ha filtrado el borrador de una decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos, algo insólito en país, con el fin de que la opinión pública presione al Tribunal. Esto es algo que va en contra de la esencia de la democracia. Ben Saphiro cree que debe de tratarse de alguien de la oficina de la jueza Sonia Sotomayor y exige que sea procesado sin demora.

También explica en qué consiste el cambio que se pretende: «Es hora de hacer caso a la Constitución y devolver el tema del aborto a los representantes electos del pueblo... Esto es lo que exige la Constitución y el estado de derecho». La Corte Suprema se sirvió del caso Roe contra Wade para hurtar a los Estados el derecho a legislar sobre la cuestión, y ahora se trata de devolvérselo.

Biden, como presidente de la nación, debería haber hecho la misma protesta que Ben Saphiro sobre la filtración. En lugar de eso, se ha servido de ella para hacer populismo y avisar a la Corte de que luchará para mantener el derecho al aborto -otra concesión al populismo- y a pedir el voto para las elecciones de noviembre.

Derecho fundamental, dice el zote, como si fuera uno más de la maligna A.I. El aborto no puede ser ningún derecho. La izquierda está entrando de lleno en la fase autodestructiva. Gustavo Bueno pedía que se multe a las abortistas por negligentes. ¿Se creerá Biden capaz de debatir con Bueno, si este viviera? También comparaba el filósofo la defensa del aborto con la de la esclavitud. Esto no lo ha pensado Biden, como tampoco que la filtración es un atentado a la democracia y un intento claro de manipular a los ciudadanos.

Estar a favor del aborto es dar prevalencia al fuerte sobre el débil. El niño no tiene culpa de haber sido concebido y no merece que su madre, de quien depende para vivir, lo traicione.

Considerar que el aborto es un derecho es fomentar el egoísmo y la traición. Flaco favor ha hecho la izquierda a las mujeres metiéndoles esa idea en la cabeza.

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