martes, 3 de mayo de 2022

Sanidad pública frente a sanidad privada

 

Creo que los médicos de la sanidad pública y los de la privada ponen el mismo esmero en sanar a los pacientes. Pero luego hay algunas diferencias. En la privada, quien acude a consulta es, en primer lugar, cliente.

En la pública, en cambio, pertenece a la casta más baja. Se pone todo el empeño en devolverle la salud, del mismo modo en que un veterinario trata de devolvérsela a un animal, o un técnico procura reparar un televisor.

Estuve ingresado en un hospital hace más de un año. A causa de la pandemia se atrasaron las revisiones unos meses, por cuyo motivo contraje una dolencia de la que no me recuperado totalmente y no es probable que lo haga. Si hubiera ido a consulta en la fecha prevista inicialmente no es probable que me hubiera ocurrido.

Según me han comentado, en las clínicas privadas no se interrumpieron las actividades, porque cuando iban a recoger a sus hijos al colegio, algunas madres decían que habían aprovechado la circunstancia para retocar quirúrgicamente algunas partes de sus anatomías.

El caso es que en el hospital pude ver que hay varias castas. En la superior están los médicos, y supongo que entre ellos también las habrá. Luego los enfermeros, el personal de limpieza y finalmente el enfermo.

Se me recetó una pomada, pero una enfermera me comunicó que como el médico no había especificado cuál, no me la iban poner y no me la pusieron. Las gotas sí, pero mal.

Una de las noches, mientras repartían las cenas les llegó la comunicación de que a causa de la cortisona me había vuelto diabético y por tanto tenía que estar a régimen. Retiraron la cena que me traían y no se les ocurrió cambiarla por otra.

Cuando pasó el tiempo de la cena, fui a reclamar y lo tuve que hacer hasta tres veces, en la última ya enfadado. Las enfermeras se miraban unas otras sorprendidas de que yo, un paciente, les hablara enfadado.

La pulsera identificativa tenía holgura, así que me la dejaba en la mesita. Cuando notaron que no me tenían controlado la recortaron para que no me la pudiera sacar. En eso sí que pusieron celo.

Aparte de que pagamos muchos impuestos para tener sanidad pública, pero luego ese dinero lo administran muy mal. El dinero público no es de nadie. Lo piensan y lo dicen.


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