La prueba de que no hay ni un solo demócrata en el gobierno es el modo en que todos sus componentes que se han referido al asunto lo han hecho mediante amenazas, vituperios e intentos de desprestigiar a la empresa.
Para ellos, los componentes del gobierno, la democracia no es más que una vía para alcanzar el poder, y una vez en él procuran disfrutarlo al máximo, a costa de lo que sea.
Es curioso que quienes han soltado a delincuentes muy peligrosos y han cambiado las leyes para que puedan venir otros sin riesgo de ser encarcelados y puedan volver a intentar los mismos delitos, ya sin horizonte penal, quienes han sabido disgustar al gobierno de Argelia y caer en las garras del de Marruecos, quienes han traicionado de la peor manera a los saharauis, aludan a la falta de patriotismo de Ferrovial. ¿A quién quieren engañar? ¿Qué entienden por patriotismo?
Que les hablen de patriotismo a los guardiaciviles que se juegan la vida por un sueldo ínfimo y luego el presidente del gobierno, entre otros desprecios, les llama ‘piolines’. Hemos llegado a un punto en que cualquier cosa que digan los de la izquierda actual hay que creerlo sin chistar, bajo pena de excomunión.
Hasta la ministra Nadia, que no es nadie, porque nos hicieron creer que era experta en economía y ha demostrado que no es capaz de comprender que la obligación de las empresas es sobrevivir y si pueden crecer. Y para ello han de encontrar el entorno que más les favorezca.
Entonces, ella tenía, y tiene, un argumento definitivo para convencer a Ferrovial, y es explicarle lo que le cuenta al gobierno, de puertas para adentro, Tezanos, es decir, que habrá cambio de gobierno más pronto que tarde y que entonces las circunstancias cambiarán. La cuestión, pues, consiste en esperar hasta que se produzca el cambio.
Esos libros míos
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