Como consecuencia del programa de TV3 con el que los catalufos (catalanismo más ufología) han hecho el ridículo una vez más la conocida organización pide el cierre de esta cadena. Hay dos cuestiones a considerar: la pretensión de los catalanistas de sentirse superiores al resto de los españoles y la certeza de que no tienen huevos para hacer un programa igual sobre el Islam.
Sin embargo, lo que es necesario es cerrar todas las televisiones regionales. Lo que está en juego es el estado del bienestar y los votantes deberían darse cuenta de que tal y como están las cosas es inviable. Las circunstancias han cambiado mucho con respecto al tiempo en que se implantó, de modo que para conservarlo es imprescindible recortar gastos.
Particularmente, creo que el Estado de las Autonomías es una gran idea pésimamente desarrollada. Pero aunque se hubiera desarrollado bien, la cuestión es la siguiente: Autonomías o pensiones y sanidad pública.
Hay que reducir la Administración a lo imprescindible para que funcione. Y hay que tener en cuenta que es la actividad privada la que lo financia todo; por tanto, hay que favorecerla en lo posible para que se desarrolle al máximo y procurarle alicientes para que no tenga la tentación de irse a otro país extranjero.
La justicia debería ser independiente, que es el único modo de reducir la corrupción, lo cual es imprescindible para que la maquinaria del Estado funcione de modo eficiente en beneficio de los ciudadanos. Hay que cambiar el modo de funcionar de los partidos, para que sean capaces de atraer a los mejores y no a esos vividores que son casi todos los actuales políticos.
Es decir, que para enderezar el rumbo de España y evitar que pueda convertirse en un infierno de gente desesperada en el futuro son necesarios cambios mucho más profundos que los que solicita esta organización. El problema es que no se percibe que haya ningún partido dispuesto a acometerlos y ni siquiera a plantear el problema.
Esos libros míos
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