sábado, 15 de abril de 2023

El arte de destruir el mercado inmobiliario

 

Pero no solo el mercado inmobiliario, sino todo lo que esté a mano. Desaparecida totalmente el aura romántica de algunos comunistas de antaño, lo que queda en los actuales es el afán destructivo. Y están en el gobierno.

Por otro lado, a los que tienen alma totalitaria se les conoce por su ansia de poder. En este sentido, el mendrugo que nos gobierna exhibe su intención. Desea ‘transformar’ la sociedad. Y espera que quienes la conformamos estemos de acuerdo y nos dejemos. Piensa que todos estamos afectados por la servidumbre voluntaria.

Este, según Tezanos, chico tan guapo, no se da cuenta de que su obligación es el velar por los intereses de los españoles y en lugar de eso piensa que tiene derecho a manipularnos y manejarnos. Es por eso que no está dispuesto a consentir que la justicia sea independiente, porque si lo fuera no someter a los ciudadanos.

Para velar por las más desfavorecidos, los que no pueden pagar los medicamentos que necesitan o tener una vivienda en propiedad o en alquiler, debe reducir gastos y con el dinero ahorrado atender esas necesidades.

El Estado puede y debe construir viviendas sociales, para la venta y alquiler, y no trasladar su responsabilidad a la población civil. Si no se respeta la propiedad privada la quiebra de la nación es segura. Como ocurre en todos los países gobernados por los comunistas. El fenómeno okupa debe ser erradicado fulminantemente. Poner topes al alquiler es perjudicar a los ahorradores. Y hundir el negocio de la construcción.

De modo que la nueva ley de la vivienda, como casi cualquier otra actividad de este gobierno, en especial las llevadas a cabo por los comunistas, es altamente perjudicial para los españoles.

Esperemos que los socialistas que siguen apoyando a Sánchez reflexionen, aunque ello sea una excepción en sus vidas, y digan aquello de ¡que te vote Chapote!

Esos libros míos

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