Mi costumbre es ver los titulares de prensa y acceder a los contenidos de las noticias cuando me interesan, y entre mis intereses ya no están los festivales de música.
Que el Felón haya dicho que a la fachosfera le hubiera gustado tener el Cara al sol ya merece un comentario. Se queja de que siempre lo están insultando. No diré que tiene la cara forrada de piel de vaqueta, pero sí que aclararé que si lo conozco como el Felón es porque continuamente se está traicionando a sí mismo, está traicionando a su partido, está traicionando a todos los españoles. Y una cosita, que no se me olvide: se burla de la fachosfera, pero no. renuncia al dinero que recibe de ella. Porque el sueldo que percibe todos los meses proviene de los impuestos de todos los españoles, no solo de quienes le votan. Procede, pues, llamarle felón, y hay que recordarle también que uno de sus frecuentes alardes de indignidad propició que Ayuso reconociera, aunque para sus adentros, que le gusta la fruta.
Pues este jacarandoso personaje que por su forma de hablar da idea de que ha sido él quien ha elegido la canción, o ha dado instrucciones para que sea una de ese tipo, en realidad no es nadie. Sin Puigdemont no es nadie, sin Pumpido no es nadie, sin el ganado lanar. que componen los diputados socialistas, no es nadie.
Si fuera alguien, si se bastara a sí mismo, no estaría perjudicando a todos para beneficiarse él. No le importa envilecer a la sociedad con sus malos modos, con la constante exhibición de sus odios, con su gusto por la mentira.
Tampoco se da cuenta, en su torpeza, que ese espacio simbólico que llama la fachosfera, gracias a él, cada vez es más grande. Hay muchos que hasta su llegada a la presidencia del gobierno estuvieron votando tercamente al PSOE. Finalmente, han abierto los ojos.
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