Puesto que el presidente del gobierno se ha referido a la fachosfera, habrá que averiguar en qué consiste y qué límites tiene. Dejando que el presidente del gobierno es Sánchez, con lo cual el asunto pierde importancia.
Empezaré con una autocita y espero que me perdonen. Para escribir ‘La del alba’, libro en el que no cuento mi biografía, sino mi circunstancia, tuve que idear unos personajes. En el libro, los hay ficticios y reales. Entre los primeros, hay un socialista cabal, digno, que se sacrifica por los demás y absolutamente honrado. Este personaje no es un ser fabuloso, puesto que tenía correspondencia en la vida real, e incluso dentro del PSOE. Yo, que siempre he prestado atención a la actualidad, lo intuía en los comportamientos de algunos, pero, sobre todo, lo vislumbraba en los artículos que leía a intelectuales no orgánicos.
Pues los socialistas de este estilo han sido catalogados como de la fachosfera. O sea que en este lugar los hay que están simplemente por ser derechas y otros, sean de derechas o de izquierdas, por tener dignidad. Se puede considerar que estos son los límites de dicha demarcación.
Y esto es así por una sencilla razón: Sánchez solo admite en sus cercanías a personas de su calaña, y de entre estas a quienes le obedecen ciegamente y lo miran con arrobo, pero todo esto, además, mientras le sean de utilidad.
Tuve noticia de un indigente capaz de soportar el frío, el calor, el viento, la lluvia y la nieve. Que no pide nada, ni tampoco admite dádivas, puesto que se abastece por su cuenta, y tampoco se le puede reprochar nada, puesto que no ensucia. Viviendo de esa manera, logra mantener la estabilidad emocional. Es realmente poderoso, puesto que tiene dominio de sí.
Sánchez es esclavo, como bien sabe Puigdemont, que lo humilla cuando quiere, porque sabe que a pesar de eso sigue teniéndolo a sus pies.
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