El de la fruta es Sánchez

 

Se ha puesto de moda referirse a la fruta por cualquier motivo y no es lo mismo.

Hay que partir de la base de que Ayuso tuvo que reconocer que le gusta la fruta puesto que Sánchez, el Felón, la estaba acusando sin fundamento y sabiendo que mentía.

Por tanto, el de la fruta es Sánchez, el Felón. Pero quien se vea en una situación equiparable puede imitar a Ayuso.

De Sánchez, el Felón, no se fía nadie. Y todavía se fía menos Puigdemont, otro que tal baila, que intenta esquivar la cárcel, que es en donde lo quieren meter todos.

Ha dicho Santos Cerdán que la Ley de Amnistía es una buena ley. Y Pachi López. Y Félix Bolaños.

¿Y quienes son Cerdán, López y Bolaños?

Otras personas, que tienen cerebro y son expertas en la materia, hay dejado bien claro, con argumentos incontestables, que la amnistía no cabe en la Constitución.

Pero a estos, Cerdán, López y Bolaños, y a otros de su cuerda, lo que tengan en donde deberían estar sus cerebros no les alcanza para entender los argumentos y explicaciones que han dado quienes saben.

Puigdemont no se fía de ellos. Ni nadie.

Se dice que el fracaso de la ley en el Parlamento puede haber sido pactada, por motivos espurios. Pues no. Esos no pactan. Chantajean. Estiran el chicle todo lo que pueden.

Chocan con dos obstáculos: la pertenencia a la UE, lo cual otorga unas posibilidades extra a los jueces, que constituyen el otro obstáculo. Intentan amedrentarlos.

En tiempos pasados, el PSOE intentó amedrentar al juez Marino Barbero. Sin éxito. Pero entonces salió a relucir en los medios una información confidencial suya, delito que quedó impune; y el buen juez, dolorido.

También se dio a conocer información confidencial del hermano de Ayuso, que además se interpretó muy mal. Y ese delito también ha quedado impune.

En democracia no cabe la impunidad. Y en la Constitución española no cabe la amnistía.

Esos libros míos