Valencia es una ciudad cuyo clima puede considerarse agradable, quizá de los más agradables del mundo. El calor no es tan agobiante como en otros lugares, incluso de la misma provincia, y el frío suele ser soportable. De hecho y desde que se prohibió fumar en los interiores hay terrazas en los bares todos los días del año y siempre suele haber alguien en uno u otro bar.
Sin embargo, a pesar de la suavidad del clima, en Valencia hay muchas casas, no unas cuantas, en las que en verano no se puede estar. Sus moradores suelen irse a las sombras de los parques, si tienen alguno cerca, y si no pues a algunos lugares en que corra el viento y estén a resguardo del sol. En invierno, esta cuestión tiene otro tipo de arreglo y consiste en envolverse con una manta y otra y otra. Quiero decir que hay mucha gente que no puede permitirse el lujo de pagar la refrigeración o la calefacción, mientras los ocupantes del gobierno se toman el asunto a la ligera y quizá aprovechen para echarle la culpa a Ayuso de lo que sea, hasta del cambio climático. Un día estará estreñida María Jesús Montero y le echará la culpa a Ayuso.
Hay gente que muere, por un golpe de calor o de frío y la prensa no puede ocuparse debidamente de ello, porque corre el riesgo de perder la subvención.
Si la justicia y la prensa no son independientes no hay democracia, pero al Felón no le interesa que la haya y le da igual el sufrimiento de la gente mientras el pueda ir en Falcon a donde le dé la gana.
https://twitter.com/sanchezcastejon/status/956203035939819522?s=20
https://twitter.com/IreneMontero/status/1105923941292564480?s=20
https://twitter.com/clubdeviernes/status/1399620621164810241?s=20
https://twitter.com/MarcosCampos92/status/1399730667198504961?s=20
El precio de la luz está por las nubes y quizá el responsable de ello sea Zapatero, que, además, quería dedicarse a controlarlas.
No estamos en buenas manos, no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario