O sea, peor que Sánchez no puede haber nadie, puesto que es capaz de aliarse con etarras, golpistas, comunistas y degenerados con tal de ser presidente. Pero ocurre que las decisiones de Biden hacen daño a mucha más gente.
A lo mejor, si Sánchez, el Felón, fuera el presidente de los Estados Unidos de América ya se habría acabado la vida sobre la tierra, pero sólo es presidente de España y a los que está hundiendo en la miseria es a los españoles, un número ínfimo de ciudadanos con respecto a la cantidad de habitantes que tiene el planeta.
Biden. Resulta sorprendente que los estadounidenses hayan votado a tal cobarde. Pero es que los Estados Unidos, que parecían el bastión de Occidente, el dique contra el que se estrellaban los enemigos de la civilización, se ha dejado penetrar y pervertir por estos. Ahora ponen rodilla en tierra por nada, pero ¿cómo es posible que cometan semejante disparate?, se han hecho cómplices del movimiento Me Too, que no pretende una sociedad más justa, sino desestabilizar el sistema y hundir reputaciones.
En Estados Unidos están los profesionales más solventes, o tienen acceso a ellos. Si algún país tiene la posibilidad de hacer algo con orden y concierto y atendiendo a los más estrictos principios de justicia y generosidad, pero la democracia, que es el menos malo de los sistemas, tiene sus debilidades y una de ellas es que la gente vota por capricho, no de forma racional.
Incluso en un país como Estados Unidos que no ha conocido otro sistema que la democracia, a veces llegan a la final dos candidatos que dan miedo, pocas personas de talla suelen hacerlo.
Biden ha decidido la retirada de Afganistán de un modo criminal. Ha muerto y morirá más gente de un modo gratuito, evitable. Eso no tiene perdón. Había más posibilidades y mucho más decentes sobre el modo de actuar en este caso.
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