Dice Feijóo que será implacable contra la okupación ilegal y promete el desalojo exprés en 24 horas.
La cuestión es la siguiente: toda okupación es ilegal y el desalojo exprés en 24 horas puede ser legal si se legisla así, pero es inmoral. Cualquier persona que al llegar a casa se encontrara con gente dentro que se hubiera metido sin permiso debería tener derecho a llamar a la policía y que ésta se presentara allí de inmediato, apresara a los intrusos y los llevara a la cárcel. El Estado debería hacerse cargo de los daños que hubieran causado en la vivienda y luego cobrárselos a los delincuentes mediante trabajos forzados, si no hubiera otro modo.
Sin el respeto a la propiedad privada no hay ninguna economía que pueda funcionar. El fenómeno okupa está especialmente diseñado para hundir las economías de los países que no sepan ver a tiempo el peligro y lo consientan.
Quienes lo defienden utilizan argumentos propios de sinvergüenzas. Los ciudadanos pagan los impuestos que establece el gobierno, que luego está obligado moralmente, al menos moralmente, a utilizarlos en beneficio de la población. Es decir, todo gasto innecesario y que no genere un beneficio para los ciudadanos debería estar castigado con pena de cárcel. El derroche del dinero público es absolutamente indecente.
El bienestar espiritual de los ciudadanos se logra principalmente tratando del mejor modo posible a quienes más lo necesitan. El Estado debería tener albergues suficientes y construir viviendas sociales para vender o alquilar a módico precio a quienes reúnan ciertas condiciones.
Transferir la obligación del Estado a particulares, bajo cualquier pretexto, no es que sea inmoral, es que es criminal, puesto que lo que se pretende con ello es impedir o entorpecer el natural funcionamiento del mercado. El de la vivienda en este caso. Para que a nadie se le ocurra invertir sus ahorros en un inmueble.
No hay comentarios:
Publicar un comentario