De todo este atropello que está perpetrando el PSOE, necesariamente tenía que salir algo bueno y es que los españoles nos hemos dado cuenta de que hay que defender las libertades, porque de lo contrario cualquier cantamañanas sin más bagaje que el atrevimiento puede convertirnos en esclavos.
No hemos estado atentos a la hora de votar de que la separación de poderes es fundamental, porque si existiera no nos veríamos ahora en esta lamentable situación. Los portugueses sí que lo tienen en cuenta.
Otro buen detalle es que la izquierda, desde los tiempos de Felipe González, ha querido estigmatizar a los votantes de derechas. Ya lo explicó en la televisión cómo se les distinguía: todos los que no se declaren abiertamente de izquierdas. En democracia, el voto es secreto, pero los de izquierdas presumían exultantes de serlo. Los que no lo hacían, pues fachas. Y ha llegado el momento, procurado por los de izquierdas, en que ser facha es motivo de orgullo. Ser facha es sinónimo de demócrata. La dictadura nos la quiere imponer el PSOE.
La obcecación del Felón, siguiendo la estela del mayordomo de Maduro, de reescribir la historia, demuestra que en el PSOE son conscientes de que no tienen razón, y por eso quieren imponer su versión por las bravas.
La parte más civilizada del socialismo está que trina. Cebrián le dedica buenos epítetos al Felón. Considera que es obtuso. Se dirige a los tres miembros del gobierno que ‘pertenecen a la nómina de la magistratura’. Pero el Felón desnuda -pone al descubierto su escasa calidad moral- a todos los que elige para formar parte de su elenco.
Falta referirse también a los componentes del TC que están dispuestos a colaborar con el desaguisado.
Ignacio Varela tampoco está nada conforme. Varela y Cebrián son personas tradicionalmente identificadas con el PSOE. No provienen del mundo de los fachas.
A Bolaños lo traicionó el subconsciente, hecho que recogió VozPópuli en un vídeo, y quienes vienen dejando comentarios lo suelen catalogar como muy torpe. Así es casi todo el gobierno, a excepción hecha de los tres magistrados, a los que cabe calificar de otro modo.
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