También lo hace Didier Reynders, que desde la UE ha mandado una carta a dos obedientes ministros del Felón.
Resulta risible que, como señala Ayuso con ironía, el Felón haya dicho, y luego lo repiten todos los loros del PSOE, que las sedes de este partido son las casas del pueblo. Qué van a ser las casas del pueblo, si ha quedado claro ya que son casas de latrocinio. El propio Felón ya ha dado por hecha la amnistía, con lo cual demuestra que tiene bajo control al TC y la fiscalía.
Atacar las casas del pueblo es atacar la democracia, ha dicho con toda la caradura que lo caracteriza. Ni son casas del pueblo, ni es atacar la democracia, sino intentar recuperarla.
La amnistía es claramente inconstitucional, sin embargo una larga serie de personajes socialistas, exministros y algún expresidente del TC, están a favor, con lo que demuestran que el rasgo característico de la personalidad de todos ellos es la propensión a la obediencia a cambio de privilegios y prebendas, que paga el pueblo al contado.
Por tanto, las sedes del PSOE son lugares en los que se tima al pueblo.
Reynders habla de oídas, o sea, noticias, una tras otra, de que la justicia en España no va bien, puesto que no es independiente, sino que está al servicio del poder. Esto hay que cambiarlo urgentemente, si queremos salvar la democracia.
Ayuso no necesita que se lo cuenten, lo vive en directo. También lo sufre en la Asamblea de Madrid, en la que quienes se le oponen, de forma legítima, actúan de forma perniciosa, puesto que no pretenden con sus críticas mejorar la vida de los madrileños, sino únicamente desgastarla a ella, que sí que arriesgó mucho con el fin de beneficiar a los ciudadanos de la Comunidad de Madrid.
Y ahora está siendo la voz del pueblo, con sus críticas al Felón y a sus propósitos, que piensa conseguir con la ayuda de quienes representan lo peor de España.
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