Ante la gravedad de la situación planteada por la traición del PSOE, con el fin de que el Felón siga siendo el presidente y sus cómplices del partido no se queden sin pesebre, el intento de asesinato de Alejo Vidal-Quadras se podía interpretar como que tiene el mismo sentido que el asesinato de José Calvo Sotelo. A pesar de su grave estado, ha tenido ánimos para pensar en el asunto y avisar de que seguramente el origen está en Irán y no tiene nada que ver con la situación española. Esto algo que le honra.
Y honra es lo que no tienen el Felón ni ninguno de sus cómplices, a los que ha avisado, por si tienen la tentación de volverle la espalda, de que lo pagarán caro si lo hacen.
Pero ellos tienen que decidir a qué tienen más miedo, a la furia cobarde del Felón o a ir a la cárcel. Porque los españoles no nos vamos a rendir. No consentiremos esa burla, ni que se nos pisotee a todos.
También Ayuso ha estado lista y ha hecho inmediatamente una declaración institucional. No va a ser fácil que nos pasen por encima, porque no estamos dispuestos a consentirlo.
La amnistía será derogada más pronto que tarde si se aprueba, y sus promotores tendrán que ser juzgados por alta traición.
Esto lo digo simplemente sirviéndome de la lógica, como no puede ser de otro modo. Lo que pretenden hacer, como bien han señalado Ayuso y otros muchos es una atrocidad. El mismo Felipe González está tratando de impedir por todos los medios que se lleve a cabo.
Hay que tener en cuenta que no es lo mismo estar en la cárcel sintiéndote inocente, que sabiéndote culpable. Y en este caso el daño hecho a millones será irreparable si se confirma el desaguisado.
Hay muchas teclas que tocar antes de que se consume, no sé cuáles, ni por qué orden, pero estoy seguro de que se va a probar todo, y se tendrá éxito.
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